El movimiento invisible
Escribe: Mar Padilla La danza ocupa un lugar fundamental en el mundo. En las sociedades, sus culturas e historias, economías y leyes, ese lugar ocupado – que es más […]
Escribe: Mar Padilla
La danza ocupa un lugar fundamental en el mundo. En las sociedades, sus culturas e historias, economías y leyes, ese lugar ocupado – que es más o menos auspicioso para el sector-, varía, se mueve y se conquista. Sostenemos que desde las escrituras posibles también se potencia su campo de reconocimiento y goce. Quienes escriben desde la danza y bailan, como dice esta autora, sabemos de su trascendencia para la comunidad toda.
(Imagen Nro. 1. DIEGO MARES-Digo más , sobre la insistencia en la pregunta-2018)
DIEGO MARES-Digo más , sobre la insistencia en la pregunta-2018
El origen pareciera imprimir a fuego algunas características que se repiten a lo largo del tiempo y que instauran formas de existencia que pueden perpetuarse, por eso me resulta importante saber de ellos. ¿Qué relaciones podríamos encontrar entre el presente material, creativo, intelectual, legislativo y de reconocimiento social con el que interactúa el sector de la danza y sus posibles orígenes? ¿Quiénes hablan? ¿Quienes escriben? Sobre el poder que la danza genera en el desarrollo y el buen vivir de la humanidad. El poderoso movimiento a veces pareciera invisible, otras un territorio saqueado por ignorancia, olvido o por suspicacias cientificistas. La danza es inmensa en su dar y quienes bailamos lo sabemos.
No quiero que me traduzcan. No quiero tener que pedir más prestado. No quiero tener que esconderme detrás de palabras que tienen nombres y apellidos que todes ya conocemos demasiado y por eso nos permitimos creer en ellas. No quiero seguir reproduciendo que la danza necesita ser hablada, traducida, por quienes nunca Bailaron. Ella habla por sí misma, transforma subjetividades, impulsa el desarrollo humano, el Sí Mismo, la propia individuación de la que habla la psicología y la astrología humanista. No quiero sentir la obligación de la “cita”; quiero nombrar por cercanías, por lo que vieron mis ojos, sintieron mis manos, escucharon mis oídos, movieron mis labios por sonrisas o por gemidos. Quiero contar desde mis pies que bailaron un espacio, esos que empujaron o deslizaron algún territorio, esos que caminan y me llevan de un lado a otro.
Quiero hablar en definitiva de la Experiencia; la cual habla por sí misma.
La danza no necesita. La danza no quiere seguir hablando el lenguaje de los otros. Sí está disponible al Amor, al recuerdo, al agradecimiento, a el juego y al re- inventarse en y con otres .¡Déjame soltar la cita por un rato! Dejame invocar y que se instaure un acto sagrado, un llamado al presente del propio ser y estar, sintiente y físico.
La danza quiere nombrar lo que vive,
la danza quiere escribir su propia autobiografía,
sus propios descubrimientos,
quiere dejar de estar de la mano de la música, la filosofía, de la ciencia
de los observadores pasivos.
Quiere llevar al extremo el Ser siendo y estar estando
¿Qué nos aportan los conocimientos de los orígenes de las cosas?
¿Qué te aporta saber la vida que vivieron tus ancestros?
¿Qué te cuenta de vos saber como viniste al Mundo?
¿En qué contexto fuiste engendrade?
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Así escribe la danza, aunque nadie se entere.
Los orígenes, en esa pregunta veníamos; al aparecer cada vez quedan menos dudas de que influyen demasiado en el desarrollo de la cosa. La danza en su origen occidental y oficial, nació en la corte de un rey, podríamos decir que fue la Eva de un Adán y que la costilla de la cual se creó fue la música. Otro origen habla del inicio de los rituales en donde siempre era una con los dioses, con la música y con la naturaleza. Muchos siglos después Steve Paxton creador del Contact Improvisación la despoja de todo vínculo con otras artes y le da una identidad propia y libertaria, ya no música, ya no teatro, ya no representación ni espectáculo sino la experiencia misma desde el propio cuerpo, con otras cuerpas, con el mundo físico y perceptivo y con la gravedad.
El origen pareciera imprimir a fuego algunas características que se repiten a lo largo del tiempo y que instauran formas de existencia que tienden a perpetuarse, por eso me resulta importante saber de ellos.
Me resisto a nombrar o citar a esos maravillosos seres que nos han abierto las ventanas a mundos y conocimientos diversos por obligación académica. No es ingratitud, sino el comienzo de una decisión política sobre las formas en que hacemos las cosas y sobre todo como la repetición en serie de esas cosas, van muchas veces en contra de eso que decimos estar queriendo cambiar. Esas inspiraciones, referencias, están con nosotras y habitan el pasado, el presente y el porvenir. Quienes alguna vez hayan tenido que presentar un texto o investigación dentro de un contexto académico saben de lo que estoy hablando. El problema que se presenta no son las formas, si no la obligación en la repetición. Y sí algo nos ha dado la Danza es la posibilidad de activar nuevas percepciones, nuevos recorridos, nuevas formas de sentir que involucran un aquí- ahora, un presente, un estar siendo. La danza modificó mi forma de escribir tanto en el uso del espacio, como de los silencios o los ritmos, sobre todo me trajo a la consciencia la importancia de registrar, documentar, hacer acopio de la propia Experiencia para generar nuevos conocimientos.
Pensaba mientras escribo, en la relación que encuentro entre la historia de esta danza que menciono, y la historia vinculada al feminismo y las disidencias. No me parece casual que el porcentaje de Mujeres y Disidencias sea mayoritario en la vinculación con la danza, no voy a explayarme casi nada sobre esto que nombro, podrían ser varios tomos respecto de la posible relación entre la Danza y el rol atribuido a la mujer y a la energía femenina. Solo abro una pequeña ventana en el hilo de nuestra conversación para que entre el Sol y nos alumbre sobre cómo nos influyen los orígenes en la repetición de roles fijos que “casualmente” van de la mano con la pérdida de derechos: Económicos, políticos, sociales, culturales. Aquí se ubica a Las Danzas y voy a dar un ejemplo claro y contundente: entre el 2020 y el 2021 la ciudad de Buenos aires invertía en la danza 7 millones de pesos argentinos, cuando el resto de las inversiones en otras artes eran de 90 millones. Hace más de 15 años que diversas agrupaciones vienen trabajando en el intento de legislación e implementación de la Ley Nacional de la Danza y en la creación del Instituto Nacional de la Danza1 .
Diego Mares-Digo más , sobre la insistencia en la pregunta-2018
No quiero que me traduzcan
y necesito decirlo, no quiero verme obligada por formatos que no son de la danza a citar por que hay que citar, quisiera que la danza sea reconocida por su aporte único, por sus formas de mover, de generar experiencias y desde ella conocimientos directos que transforman realidades y crean conceptos, formas de nombrar y sentir. Quisiera que lo que una investigadora de la Danza, una creadora de la Danza y/o practicante de danza con una experiencia prolongada, sea escuchado, legitimado, con el mismo reconocimiento que le atribuis a la ciencia, a la filosofía o a la política.
Un cuerpo moviéndose en un contexto inesperado en el siglo XXI sigue resultando extraño e incómodo. Por eso en la actualidad la danza, sin proponérselo, es el arte más performático. Su ser, implica un cuerpo en conexión con su propio movimiento y sentir. Y por su sola presencia, genera una incomodidad, un asombro, una ruptura con las normativas cotidianas con las que convivimos: cuerpos en el espacio que se mueven, se muestran o se adecuan dentro de parámetros de convenciones que la sociedad en la que vivimos nos marcan como los posibles o correctos. Sí me muevo, en cualquier lugar de la ciudad: colectivo, subte, parque o supermercado, fuera de los movimientos cotidianos; sí bailo o cambio los ritmos esperados o sí utilizo los espacios de formas no convencionales, seguramente la gente que me vea empezará a leer mi movimiento como extraño ¿?.
En cualquier lugar en el que haya música y nadie baile, observen lo que pasa cuando un ser danzante rompe ese hielo.
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Vuelvo ahora sobre todo lo que deje salir, vuelvo a mi sentir, a mi pequeño prisma a través del cual miro y siento la Danza y no puedo obviar que estás ahí y que este pequeño momentum de tiempo-espacio lo estamos compartiendo. Entonces retomó mi intención de entendimiento y percepciones mutuas y me llamó a terminar de definir porqué encuentro un especial interés en todo esto que me devela la danza. Ella me sigue invitando a un enseñaje2 que al parecer es infinito, me sigue uniendo a la comprensión del mundo en el que habito y en esa acción de idas y venidas entre este adentro y este afuera, me colma de respuestas y de nuevas preguntas.
Este texto tensa un poco el uso entre la ficción y la performance, porque cómo podría ser real que la danza no se ha nutrido y lo continuará haciendo a través de su contacto con la música, la filosofía, la literatura, las artes visuales, la ciencia, o la política. ¿Pero cuánto se nutren estas de la danza? ¿Cuánto le reconocen?
Simultáneamente desde su conocimiento del cuerpo y de nuestro sistema perceptivo que amplía nuestras consciencias, tiene mucho para aportar sobre el desarrollo y el buen vivir de nuestras humanidades.
La neurociencia ahora certifica lo que las prácticas de Movimiento Consciente y las danzas ya nos han enseñado. Ahora sí se comienza a creer en el Poder de la Danza. ¿Y a quiénes damos legitimidad? Para hablar del cuerpo y de todo lo que la práctica de la Danza nos da a conocer, nos transforma, activa y renueva.
¿Quiénes hablan?
¿Quiénes escriben?
Ahora suena Gimme Shelter de The Rolling Stones, que sonaron bastante mientras escribía este texto de un tirón y siento el final al mismo tiempo la certeza de que es un inicio y que necesito seguir pensando, moviendo y bailando el vínculo entre Política y Danza. Eso también le agradezco a la práctica de la danza: La consciencia sobre su poder de transformación, que es lo mismo que decir la consciencia y la formación Política que me dio.
Mar Padilla. Contact improvisación en el Congreso
1-https://www.leynacionaldedanza.org/
2-Utilizo hace muchos años el concepto acuñado por Enrique Pichon Riviére en donde enseñar y aprender son visualizados como aspectos de un movimiento que constituye una unidad. Lo nuevo y lo conocido crean una nueva síntesis que los contiene a los dos.
Mar Padilla @mar_padilla
Bailarina, investigadora, creadora, productora, gestora, artivista y performer. Trabajo en Indómita Performance desde el 2018 coordinando diferentes proyectos vinculados con la Danza improvisación y las artes vivas. En el último tiempo accione: Bailar Tauro, prácticas de danza y astrología. Programación y producción en Danza en el Centro Cultural Haroldo Conti. Trabajé en la producción del FIDIC 2022 (Cocoa Datei) participé en TRAMAR (creación Transdisciplinar Colectiva) y en acompañar la labor del FED, Aatdanza y el Mov. por la ley Nacional de Danza.
Es una revista que también tiene soporte digital. Se trata de una revista contemporánea de danza y artes del movimiento.
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