Inquieta, tomar la palabra (primera parte)
Escribe Verónica Rodríguez Se viene el mes del Festival El Cruce y del Festival Cuerpo Mediado. Seguramente estaremos atentas a la programación , a las propuestas de formación y a […]
Escribe Verónica Rodríguez
Se viene el mes del Festival El Cruce y del Festival Cuerpo Mediado. Seguramente estaremos atentas a la programación , a las propuestas de formación y a la grilla de actividades, sin embargo queremos aprovechar este interés para que contarte un poco más acerca del colectivo organizador de estos proyectos. Presentamos la primera parte del relato realizado por Verónica Rodríguez y dejamos en suspenso la segunda parte para continuar conociendo un poco más acerca de esta iniciativa colectiva que se sostiene desde hace más de 20 años en Rosario.
El-Cruce-en-Parque-Independencia-Guillermo-Turin-
COBAI. A modo de introducción
Desde el año 2010 en la ciudad de Rosario, existe una publicación cultural especializada en danza y artes del movimiento. “Inquieta. Revista de danza y artes del movimiento” es editada por la Asociación COBAI, una organización sin fines de lucro que desde el año 1999 ejerce la práctica autogestiva vinculada a la danza en su expresión contemporánea, como modelo de producción cultural y existencia política.
Para situar y comprender el contexto de creación de la revista, es indispensable partir de la asociación que la cobija. Corrían los fines de los noventa y en consonancia con las discusiones y mesas de trabajo acerca de la futura Ley Nacional de Teatro que convocaban los teatreros en el país, nucleados en colectivos o no, algunas bailarinas y pocos bailarines de la ciudad de Rosario encontraron la oportunidad de agruparse en una forma jurídica. Es así que este grupo de bailarinas y bailarines de Rosario construyeron colectivamente una asociación sostenida sobre principios cooperativos, horizontalidad en el ejercicio de las decisiones y participación democrática. El espíritu de estos principios constitutivos puede encontrarse en la web de la asociación, a partir de palabras como “foro”, “organización abierta”, “consenso”, etc. En un sentido similar Andrea Giunta analiza las respuestas de una encuesta realizada a colectivos artísticos de Argentina después del 2001 en la que se encuentran rasgos similares a los planteados por COBAI. La autora enumera: “dinámica de producción basada en consensos, ingreso abierto, funcionamiento en red, búsqueda de autonomía económica, rotación de actividades, aspiración a lograr eficacia política, sino también por la presencia de un vocabulario común (horizontalidad, autogestión)…. Muchos comparten la necesidad de rotar las funciones y de debatir los proyectos y las prácticas.” (Giunta, 2009).
En entrevistas realizadas a las fundadoras de COBAI se infiere que la motivación estaría vinculada a tener una organización que promoviera la danza en la ciudad, y que realizara un gran evento propio acerca de la danza contemporánea. Aquí es importante realizar un apartado para resaltar el carácter centralista de la circulación de producción y difusión de danza en el país, haciendo epicentro en la ciudad de CABA, en palabras de sus fundadoras: “ teníamos mucha y buena producción pero casi nunca nos invitaban a los festivales de Buenos Aires, que era el lugar donde iban los programadores internacionales, entonces nos propusimos hacer nuestro propio festival y tener un lugar donde mostrarnos, nos dijimos, bueno, si no nos invitan, lo hacemos nosotros ” .
En el mismo sentido la formación profesional también se concentraba en la capital del país, los grandes referentes dictaban sus cursos en Buenos Aires o había que viajar fuera de Argentina, profundizando la desigualdad en las oportunidades de desarrollo profesional.
Otra de las motivaciones, tuvo que ver con el lugar de la danza contemporánea en las políticas culturales de la ciudad de Rosario. Un ejemplo del rol que asumiría la organización tuvo que ver con la promoción de la danza a partir de eventos periódicos, ciclos, festivales, formaciones. Los festivales de danza de la ciudad de Rosario a los que COBAI interpelaría, eran organizados a partir de mostrar las distintas expresiones que pueden convivir bajo la palabra “danza”, es decir que la programación se organizaba a partir de pequeñas piezas coreográficas de danza clásica, flamenco, salsa, tango, danza contemporánea, etc.
Estas artistas de la danza contemporánea imbuidas en un clima de investigación en el cuerpo y en el lenguaje del movimiento y con otras coordenadas en juego, como la construcción de obra, necesitaban de espacios y tiempos de circulación diferenciales que poco tenían que ver con las propuestas de visibilización existentes. Artistas que se animarían a producir asumiendo riesgos estéticos. Artistas que transitarían los sinuosos caminos de la exploración y la creación de obra. Es así que el colectivo a lo largo de 20 años ideo, diseño, gestionó y desarrollo proyectos de formación, capacitación, producción, programación, edición, reflexión y participación en acciones con otros colectivos, además de impulsar iniciativas en legislación cultural, incidiendo en las políticas culturales de la ciudad y asumiendo la defensa de la danza contemporánea como un estandarte. Este estandarte implicaba más que el interés por determinada estética de la danza o la batalla por el reconocimiento de posiciones hegemónicas propias de la institución social arte. Lo que subyace en todo caso es otro modo de pensar el cuerpo en nuestra contemporaneidad, es, al decir de Le Breton la intensa interrogación acerca del estatus del cuerpo en nuestras sociedades y más del estatus del sujeto, en un mundo en el que se encuentra amenazado por todas partes.
Nada de este recorrido estaría exento de conflictividades, dificultades y devenires que el colectivo asumiría en su complejo rol en la cultura de la ciudad: artistas – gestoras – activistas de su propio lenguaje y agregaría – mujeres- jóvenes. El modo de nombrar a las integrantes por parte de las demás instituciones y colegas generalmente es y ha sido: “Las chicas del COBAI”.
Ph GuillermoTurin – Cruce 2011
Otra de las representaciones circulantes con respecto al trabajo de COBAI, tuvo que ver con relacionar el sentido ético de la asociación (dar lugar a lo emergente, al material en proceso, a la búsqueda, al riesgo, a lo exploratorio, a la investigación) con una actitud “descuidada”. Recuerda una de sus integrantes una reunión con un funcionario de una reconocida institución teatral, que al solicitarle el uso del espacio para una función de danza, respondiera –“ la sala se las presto, pero no me van a hacer una hippeada…eh?”
Analizar un colectivo de 20 años merece un abordaje mucho más profundo y riguroso, sin embargo, estas aproximaciones nos permiten al menos preguntarnos acerca de algunas características que más adelante serán retomados por la revista Inquieta.
“Las chicas”, “hippies”, fueron los modos poco felices de nombrar, elegidos por varios varones funcionarios estatales, a las artistas y gestoras mujeres que con su activa presencia impulsaban una posible política cultural en danza. Cabría preguntar como incidían estas nominaciones en la construcción identitaria de las integrantes del colectivo. Señala Stuart Hall dos aspectos de las identidades que podemos vincular con la calificación que las integrantes del colectivo portaban ante ese Otro en este caso vinculado al poder estatal: Uno es que las identidades se construyen dentro del discurso y no fuera de él, a partir de estrategias enunciativas. Dos, “las identidades se construyen a través de la diferencia, no al margen de ella. Esto implica la admisión radicalmente perturbadora de que el significado “positivo” de cualquier término – y no con ello su identidad – solo puede construirse a través de la relación con el Otro, la relación con lo que él no es, con lo que justamente le falta…” (Hall) y cita a Laclau en tanto que la constitución de una identidad siempre se basa en la exclusión de algo y el establecimiento de una jerarquía violenta entre los dos polos resultantes: hombre / mujer, etc. (Laclau, 1990)
Hablen por ellas
El-Cruce-en-Calle-Recreativa-015-Guillermo-Turin-Bootello
En relación a lo planteado, es interesante reflexionar en torno a lo que este colectivo conformado mayoritariamente por mujeres podía pedir, decir, exigir y/o proponer en el terreno de estas relaciones de poder signadas fuertemente por el entramado patriarcal y estatal. El término “mansplaining” refiere a un aspecto del patriarcado vinculado a las sutiles modalidades en las que el poder del decir opera. Aquí aparece un aspecto de la vinculación con el título de este trabajo, “Tomar la palabra”, en tanto no ha sido gratuito para las mujeres posicionarse y tomar efectiva y eficazmente “la palabra” en todas las épocas. En el caso particular de COBAI, circulan entre sus integrantes anécdotas de algunos funcionarios estatales y no estatales, que haciendo uso del tono y/o el volumen de la voz condicionaban fuertemente la equidad discursiva (gritar por teléfono, dar por terminados espacios de dialogo, amenazar de modo paternalista, etc.)
Si situamos la problemática en torno a las mujeres artistas, Andrea Giunta analizando el llamado mundo del arte, realiza una recopilación acerca de feminismo y arte en Latinoamérica y arroja datos de los desiguales derroteros en que se inscriben los porcentajes, las exclusiones y los lugares comunes en la escena artística internacional acerca de la equidad de género .
En el territorio de la danza las relaciones la equidad de género se manifiesta de modos muy particulares. Por un lado, la relación de cantidad de mujeres practicantes de la danza es mucho mayor a la de los hombres (podemos visualizar rápidamente la escasa cantidad de inscriptos varones de cualquier institución pública o privada con respecto a la de mujeres). Sin embargo y como una gran paradoja, las relaciones de poder y visibilidad históricamente se han concentrado en los artistas hombres que se vinculan con la danza. Así los coreógrafos, los directores de compañías, los directores de las instituciones, los bailarines reconocidos por los medios de comunicación, son roles mayoritariamente asumidos por hombres-
Si hablamos de otra dimensión como por ejemplo la escritura en o para la danza, la producción teórica o reflexiva es poco frondosa. Si además nos interrogamos acerca de quien o quienes escriben o hablan acerca de la danza: hablan las personas que ejercen la crítica, hablan los o las bailarinas que además de bailar detentan formaciones universitarias diferenciales y que están en relación a la producción intelectual, es decir que además provienen del discurso académico. En general la bailarina es hablada por un otro u otra legitimada por determinado discurso.
Si bien cada una de estas dimensiones merece un análisis en profundidad, nos sirven para situar algunos de las condicionantes que operan y modelan en la construcción de la subjetividad de las bailarinas en tanto mujeres, artistas, vinculadas a las particularidades de la danza.
En término generales podríamos decir que el lugar de la enunciación para estas subjetividades es complejo y estaría atravesado por múltiples dimensiones, algunas propias de la materialidad del lenguaje de la danza y otras que se vinculan a la construcción e imaginarios sociales en torno a sus protagonistas. Entendemos que la pregunta por la voz, la palabra, la parte que les toca a las bailarinas en la enunciación del discurso de la danza, es la roncha que comienza a picar a las creadoras de Inquieta.
(Continúa en la segunda parte.)
Utilizaré la denominación en femenino porque es un colectivo compuesto mayoritariamente por mujeres. Material extraído del audiovisual realizado por los 10 años del Festival El Cruce.
COBAI renueva su comisión directiva cada dos años, la participación es ad honorem y se promueve el recambio generacional. Esta característica hace que siempre haya nuevos integrantes y que no se perpetúen los roles y cargos dentro la organización.
El artículo de Maura Reilly de 2015 de la revista ARTnews señala que – a pesar de décadas de poscolonialismo, feminismo, antirracismo, activismo queer y teoría de género-, el mundo del arte es predominantemente blanco, euronorteamericano, heterosexual y, sobre todo, de sexo masculino.
Verónica Rodríguez (Rosario.Argentina) @vero.rodriguez.danza
Bailarina y profesora postitulada en Artes Escénicas con mención en Danza y Expresión Corporal por la Universidad Nacional de Rosario, entrelaza su práctica artística en el campo de lo social y la gestión cultural. Finalizando el Posgrado de Especialización en Gestión Cultural del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Nacional de Rosario.
Es Coordinadora de EL OTRO FESTIVAL, ARTES ESCENICAS Y SALUD MENTAL en el proceso de internacionalización de L’Altre Festival Barcelona. www.laltrefestival.cat. Es docente de nivel superior en el ISET 18, se desempeña como facilitadora cultural para los dispositivos grupales vinculados a arte y salud, bajo la órbita de la Dirección de Salud Mental de la Municipalidad de Rosario.
Es fundadora y editora de “Inquieta. Revista contemporánea de danza y artes del movimiento”, publicación independiente de la escena contemporánea, ganadora del concurso de revistas culturales “Abelardo Castillo” de la Secretaría de Cultura de la Nación. Integra el colectivo autogestivo Asociación de Coreógrafos, Bailarines e Investigadores en el Movimiento y Expresión Corporal Independiente (COBAI). Ha participado del diseño, gestión, implementación y práctica curatorial del Festival Internacional de Artes Escénicas Contemporáneas El Cruce http://www.festivalelcruce.com.ar/home.php por más de 10 ediciones.
Es una revista que también tiene soporte digital. Se trata de una revista contemporánea de danza y artes del movimiento.
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