Maricón: desde las tripas, la carne y el corazón

ESCRIBE: Mag. Marcela Masetti

Compartimos este artículo donde se aborda la obra Maricón, una puesta de León Ruiz estrenada el año pasado (Rosario, 2022) y creada en el marco de la convocatoria al Laboratorio y Residencia de Creación Descarriadas/Las Artes Escénicas Expandidas realizada por el Centro Cultural Parque de España. 

La autora nos cuenta que “la puesta oscila entre el biodrama y lo documental para internarse en la problemática de las diversidades sexuales, desde la vivencia personal del protagonista. León se identifica con esta denominación (Maricón) destinada a lastimar, para desde allí construir y reconstruir su historia, su “zafarrancho” de imágenes, quizás su pura derrota, intentando transformarla en otra cosa.”

“Maricón habla del presente para cambiar el futuro. Creación encauzada a disputar sentidos, contra el odio y la discriminación sufrida, para sanar y restañar heridas.

“MARICÓN, es un unipersonal que haré como sea, cuando sea, donde sea.

En 68 países del mundo somos ilegales, en 5 tenemos pena de muerte. Estiman 100 latigazos hasta matarnos.”

“Maricón es una obra de danza-unipersonal en el que estoy dirigiéndome.

Maricón es un boicot, un zafarrancho, un cúmulo de imágenes que solo podría hacer un bailarín desentrenado.

Maricón es pura derrota, un despiplume, una matinée y un jolgorio. Maricón es pura parafernalia, poesía, tripas, carne y corazón.

Maricón habla sobre la lucha diaria, la discriminación, el odio y el amor que todas las mariposas padecemos en este universo.”

León

Desde la afirmación “el cuerpo como campo de batalla”, de Bárbara Kruger en 1989, se ha desplegado un amplio escenario en donde las corporalidades son puestas en cuestión e interpeladas como encrucijada para repensar el binarismo presente en la sociedad patriarcal y las complejas articulaciones entre cuerpos, políticas de los cuerpos y creaciones artísticas. El movimiento feminista y las disidencias sexo-genéricas expresan en el espacio público el malestar frente a este ordenamiento politizándolo, coherente con la consigna lo personal es político.

Maricón la última puesta de León Ruiz estrenada el año pasado (Rosario, 2022) y creada en el marco de la convocatoria al Laboratorio y Residencia de Creación Descarriadas/ Las Artes Escénicas Expandidas realizada por el Centro Cultural Parque de España, nos ubica en este campo de batalla. 

Desde una corporalidad desentrenada, abyecta para el mundo de la danza, en carne viva y con las tripas, León se identifica con esta denominación (Maricón) destinada a lastimar, para desde allí construir y reconstruir su historia, su zafarrancho de imágenes, quizás su pura derrota, intentando transformarla en otra cosa. 

En la obra asistimos a un relato vibrante escrito en primera persona apoyado con la proyección de imágenes de la infancia y relatos con las voces de familiares que van armando-desarmando un mosaico de sentidos, que como en una suerte de patchwork, evidencian las cosas que lo van marcando, en ese desfiladero de la Martina que no fue que deseaba y esperaba su mamá; los juegos y objetos de su niñez; el hostigamiento en la escuela por parte de un compañero y la ausencia de algún adulto que ponga límite.

La puesta se desarrolla en el cruce del biodrama personal y lo documental, con la utilización de múltiples recursos de lo corporal y lo teatral, creando una dramaturgia de acciones coreográficas que potencian los textos. Monólogos que en varios momentos, nos interpelan como público, preguntándonos, si compartimos el gusto por las plantas, por el cuidado, o el más inquisidor: ¿Y vos que sos?, apuntando a esta interpelación por develar la pertenencia o no al orden heterocis dominante, al que se ve compelido todo sujeto. Orden normativo omnipresente pero enunciado de distintas formas, incluso por el silencio en relación a su propia existencia, pero que se hace muy presente para aquelles que no encajan en él. Biodrama que busca destartalarnos, cachetearnos, desinstalarnos de los lugares cómodos del sentido común hegemónico y bien pensante. Y entonces, se escuchan fragmentos de los almuerzos con la voz inconfundible de Mirta Legrand con su “mesaza” de famosos, en la entrevista que realizara a Cris Miró en la década del 90, que en una suerte de policía del cuerpo la interroga: “No sé cómo tratarte señorita, señor? ¿Votaste? ¿Mesa de varones? ¿Esta es tu voz natural? ¿Te molesta que te haga estas preguntas, que se sepa que sos un muchacho? ¿Tomas hormonas, te operarías para cambiar de sexo? Para rematar irónicamente con: “Hay que ser más amplio en la vida, No tan estricto, no tan severo” (1) 

León con su trabajo corporal nos recuerda como las palabras pueden golpear, sacudir, hostigar, noquear. La repetición de las agresiones sufridas a través de palabras ofensivas, despreciativas hacia una orientación sexual son piedras que agreden hasta la extenuación. Y en este camino, construye una poética donde juega con la sonoridad, la repetición y el ritmo de las palabras (concheto, cheto, choto, chato y desleal) que en un aparente absurdo y mezcla de temporalidades, derivan y producen sentidos múltiples disparados hacia distintos lugares. Puto, puto, puto grita; gritan múltiples voces en la escuela y la calle. Puto, tragasable, mariposa, desfilan en la vorágine de sus discursos y monólogos.  Biodrama, en tanto trama biográfica, que se muestra desnuda en su vulnerabilidad, y expone en carne viva, el costo de la desobediencia del mandato de masculinidad y la cruzada punitivista cultural y social para enmendarla y/o castigarla.

La cuidada construcción del espacio escénico, con un telón pantalla, dividido en múltiples tiras verticales, interviene dicho espacio fragmentándolo, y  permite entrever, en esa visión dificultada por la separación de las líneas, parte de las escenas familiares. Las luces apoyan la creación de atmósferas sugerentes en las distintas escenas. El vestuario nos va referenciando distintos sentidos: traje rosa, color tradicionalmente adjudicado a las niñas, top con brillos, a veces algún aro de mujer (¡?), tacos color rosa, que podrían ser femeninos pero que también referencia al varón que zapatea en el folklore argentino, y en el español ambos sexos. 

León utiliza los múltiples recursos que tiene de su formación como bailarín de folclore, de danza contemporánea y dramatúrgicos para sumirnos en este proceso en el cual se vuelve a parir: para nacer ya no como Leandro Raúl Ruiz, Leandro por Alen, Raúl por Alfonsín presente hasta el hartazgo en el mandato familiar, para parirse como León. 

Creación concebida como alegato inquebrantable contra la discriminación, toma la palabra para decir: “Hay algo, que nos sigue haciendo mover y conmover y se llama danza, en medio del caos, del humo, de la precarización y de la inestabilidad. Quizás, entra en juego la pasión y es esto lo que siempre y a lo largo de la historia nos ha salvado”. (2)

León recurre a las posibilidades expresivas de lo teatral y dancístico, para desplegar un discurso militante de la diferencia, que tiende a desestabilizar los sentidos hegemónicos del binarismo sexo genérico, y que nos invita a pensar o imaginar una nueva economía de los placeres. 

 

Referencias: 

1. Entrevista en el programa de Mirtha Legrand a Cris Miró. Consultado el 2 de junio de 2023. https://www.youtube.com/watch?v=WqDujolSvkA
2. Nota en el diario La Capital de Rosario. Consultado el 2 de junio de 2023. https://www.lacapital.com.ar/edicion-impresa/maricon-una-obra-hacer-brillar-las-libertades-multicolores-n10030508.html

 

 

Marcela Masetti @masettimarcela

Es profesora universitaria, investigadora y artista. Psicóloga y Profesora, se ha Postitulado en Teoría del Arte y Magister en Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Actualmente, Doctoranda en Artes de la Universidad Nacional de las Artes. Se ha desempeñado como Profesora y Rectora del Instituto Superior Provincial de Danzas. Rosario (2002- 2017). Actualmente, integra la Red de Investigación en Danza Cuerpo, Danza y Movimiento (Bogotá, Colombia), la Red Descentradxs, Descentrar los Estudios de Danza y el Comité de Redacción de la Revista Variaciones del Programa de Arte Danzario de la Universidad Distrital de Bogotá, Colombia.